Este hombre parece salido de una novela de intriga y aventura.
Como hijo de militar, creció en diversos países y su educación fue muy variada. Aprendió de joven múltiples lenguajes hasta llegar a dominar 29 idiomas. Emprendió una vida militar, la cual lo llevó a ser agente de inteligencia. Sin dudas, hablar diversos idiomas fue de gran ayuda en su rol como espía. Se encargaba de explorar y cartografiar territorios islámicos vedados para el hombre de occidente, además de regiones africanas, donde se le atribuye el descubrimiento del lago Tanganika. Su experiencia como explorador dio paso a una vida diplomática, que lo llevó a Guinea Ecuatorial, Brasil, Siria e Italia.
Después de una vida muy intensa, empezó a escribir libros sobre sus expediciones y aventuras (43 volúmenes en total). También dedicó algunos años a la traducción. Su personalidad osada se ve reflejada en esta faceta de su vida. Se lo reconoce sobre todo por traducir por primera vez al inglés Las mil y una noches, el conjunto de cuentos más importantes de la literatura árabe, además del Kama Sutra. Pero estos textos controversiales no fueron sus únicas traducciones. También tradujo otros textos que acercaron la cultura árabe al Occidente: Aladino y la lámpara maravillosa y Alí Babá y los 40 ladrones.
Sin dudas, se trata de uno de los traductores más aventureros de todos los tiempos. Encontró en la traducción otra herramienta para desafiar a la sociedad victoriana y romper barreras entre culturas. ¿Lo conocías?